Adelanto exclusivo del libro de Sampaoli: «El socio de Messi lo va a elegir Messi»

En este momento siento que me toca dirigir al mejor jugador de la historia. Es todo un tema. Está por encima de las variables normales. Un tipo que se mantuvo diez años como el mejor del mundo te modifica la forma de conducción. Es difícil asumir ese rol cuando tu conducido sabe que es mejor que vos, que ejecuta como nadie. Es una responsabilidad, pero en definitiva es un disfrute.

 El fútbol se ha ido modificando y Leo se mantiene como nadie. Su vigencia en el tiempo lo pone por encima de todos. La gran diferencia de Messi con el resto de las estrellas de la historia del fútbol del mundo es el amor por la pelota por encima de cualquier otra cosa. Ese sentimiento por el juego lo hacen muy diferente.

Leo sigue priorizando al fútbol por sobre las otras cosas. En el paso del tiempo, es inigualable.

Sampaoli consuela a Messi luego del 0-0 con Perú en las últimas Eliminatorias.

Sampaoli consuela a Messi luego del 0-0 con Perú en las últimas Eliminatorias.

Cuando me tocó tenerlo enfrente, fue una preocupación muy grande porque tenía que crearle obstáculos a alguien imparable, que los salta todo el tiempo. Había que buscar estrategias de control sobre él, y sobre el resto. Ahora, trato de disfrutar de tener soluciones con él.

Lo más difícil es optimizar al entorno para que no se minimice ante la presencia de un jugador tan importante y determinante. El resto debe lograr compatibilizar con él, y eso no es tan sencillo.

Es más complicado hacer funcionar a un equipo con jugadores que tienen que entenderse con Messi que idear un plan colectivo con jugadores normales. Cuando uno organiza una estructura donde hay un genio, es más complejo conmover al genio y que el resto no se achique ante su enorme estatura. En ese rasgo, la conducción no puede ser la misma cuando tenés a Messi que cuando no lo tenés.

Está claro que tenerlo a favor es lo que cualquiera quisiera siempre, porque está visto que Barcelona fue y es lo que es, entre otras cosas, porque tiene a Messi.

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No me puedo confundir y dejar todo librado a su persona. Al contrario, al estar Messi, la idea es atacar su entorno futbolístico. Es decir, el equipo sin Messi.

Jorge Sampaoli, DT de Argentina

No me puedo confundir y dejar todo librado a su persona. Al contrario, al estar Messi, la idea es atacar su entorno futbolístico. Es decir, el equipo sin Messi. Sacarle responsabilidades a él, y que ese entorno se acomode a formas de un jugador que está establecido que va a estar. Colectivamente hay que entender que el dibujo no es tan determinante.

Tapa del libro de Jorge Sampaoli, editado por Planeta.

Tapa del libro de Jorge Sampaoli, editado por Planeta.

Hay que buscar a los mejores para luego ponerlos en el dibujo que corresponda. Hay que poner la jerarquía adentro y ubicarla donde mejor funcione. Y Leo tiene que jugar como en su club. Inventarle una posición para meterlo dentro de un sistema o estructurarlo es cometer una locura.

Siempre tiene que estar cerca del área; si está lejos, se aleja del gol. Leo es vital en la definición, cuando ocupa el último tercio.

Un ejemplo de mensaje es el de la última charla de las eliminatorias en Ecuador. Fue un poco más fuerte en el tono. Hicimos hincapié en que el fútbol le debía un Mundial a Messi y que la mochila se la teníamos que sacar nosotros. Si nos ayudaba, mejor, pero debíamos poner la cara por él. Debíamos llevarlo nosotros, no esperar que nos lleve siempre él.

Sus compañeros debían hacerse cargo. Tenían que tomar la posta y hacer de cuenta de que no estaba. El en un momento iba a aparecer.

Jorge Sampaoli VIVA

Pura pasión: «Si no clasificaba con Argentina al Mundial, ¿cómo volvía a Casilda?»

Por más que hizo tres goles y fue determinante, considero que el equipo estuvo detrás, sosteniendo su actuación. Hay unamessidependencia generada por el propio Messi desde lo increíble que es en la cancha, pero no se puede descansar sólo en eso. Al contrario, hay que sostener un conjunto, y si él está de la forma que habitualmente está, bienvenido sea.

Es lo más importante y gira mucho alrededor de Leo Messi porque en relación a lo que él haga y encuentre, lo mismo que en su club donde tiene más tiempo para desarrollarse, todo va a ser más factible.

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El socio de otro puede ser cualquiera; como él juega, su estilo va a determinar qué es lo que más necesita.

Jorge Sampaoli, DT de Argentina

El socio de Messi lo va a elegir Messi. Lo va a determinar por él, porque juega siempre. El socio de otro puede ser cualquiera; como él juega, su estilo va a determinar qué es lo que más necesita. No es que lo va a decidir porque dice quiero a tal o cual, esa es la labor del entrenador, ver cuál es el que mejor se comunica con él en diferentes momentos, de ir al espacio, al pie.

Su esencia no cambió, se re encanta todos los partidos, juega siempre, tiende a ser el mejor de la historia. Es un líder competitivo, que a todo quiere ganar y todo el tiempo. Un animal de la competencia, que lo hace muy argentino. ¿Quién no puede querer que Messi se comprometa con uno para lograr su mejor versión?

Jorge Sampaoli VIVA

Festejo en el vestuario tras la clasificación mundialista (3-1 a Ecuador en Quito).

Lo que encuentro de negativo es que este tipo de fútbol daña hasta a Messi. Le ponen un revólver en la cabeza que se llama Copa del Mundo y si no la gana, le salta el disparo y lo mata. Es una locura que no pueda disfrutar de su talento.

El peso de la pasión

Todos los que llegan a una selección son muy buenos futbolistas. Pero todos son seres humanos diferentes que vienen de lugares distintos y encima, en una selección de tantos jugadores de jerarquía, con valores tan altos en sus clubes, volverlos a traer y hacerles sentir que hay algo más importante que ellos, es un desafío. Acá está la bandera y tenemos que jugar para 40 millones de argentinos.

No es una presión extra, es algo completamente genuino. Jugamos para representar a un país. Lo sentimos así. Somos parte de un país y competimos por el país. No es la obligación de ganar por el país, es la de representar al país. Tenemos que juntarnos para ganar.

(…) Pero hay que saber diferenciar bien lo importante de lo que importa. Importa ganar, claro, pero es importante cómo se logra. Hay que preguntarse: ¿a quién le importa lo importante? Yo veo que la gente se junta en el éxito y se divide en el fracaso. Debería ser al revés. En un contexto negativo demostrás el grado de pertenencia que tenés a una idea. En la buena vamos todos, nos unimos todos. Deberíamos unirnos mucho más en las malas.

Jorge Sampaoli con Mauricio Macri. Este encuentro fue en junio de 2017.

(…) A los que les toca ser elegidos tienen que disfrutar de ese momento. Nosotros como cuerpo técnico transmitimos el sentir de relacionarnos con la realidad y esto es muy trascendente para nuestra vida. Yo mismo me hice un tatuaje de la bandera cuando fui designado en la selección. Simboliza que me estoy reencontrando con mi país.

Hoy estoy en mi lugar después de mucho tiempo de haber estado en otros países. El desarraigo me generó modificaciones y siento que quiero recuperar sensaciones. Los amores los fui perdiendo, se minimizaron, y los quiero recuperar.

Mis pasiones quedaron atrás por focalizarme en mí y reducir el círculo de mis necesidades para dejar de sentir. Me tatué la bandera como forma de autoidentificación del lugar donde estoy.

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Si yo no clasificaba con Argentina al Mundial, ¿cómo hacía para ir a Casilda? Es duro. Es demasiada responsabilidad. Y la siento. Lo veo en mi familia. Es muy fuerte.

Jorge Samapoli, DT de Argentina

A mí me pasa que cuando vuelvo a Casilda y ando en la calle, tomo dimensión de lo que es ser el técnico de la Selección argentina. Es increíble lo de la gente. Me compromete. Toda la ciudad. Gente que yo no conozco me habla de cómo se identifica y cómo vive los partidos. Ese es un grado de responsabilidad muy grande.

Si yo no clasificaba con Argentina al Mundial, ¿cómo hacía para ir a CasildaEs duro. Es demasiada responsabilidad. Y la siento. Lo veo en mi familia. Es muy fuerte. Se siente en el ambiente. Vienen de a 200 personas a saludarme en un ratito.

En Argentina, el técnico de la Selección es una persona muy importante y eso te cuelga una mochila que es súper pesada. No es menor ser más importante que tipos que deciden el futuro del país. Nosotros tenemos que retomar los valores que implicaba vestir la camiseta de la selección.

Sampaoli en Manchester, durante el entrenamiento de la Seleccion Argentina previo al amistoso frente a Italia. Foto: Marcelo Carroll.

(…) El “vamos, vamos, Argentina” es lo que te contagia, lo que te empuja. No nos podemos alejar de la gente. Día a día te impulsa el entusiasmo de la gente. A veces se te genera una obligación que no es tal y te juega en contra, pero uno tiene que estar muy consciente de lo que representa. Yo lo tengo muy claro y no me desenfoca. Hay que hacerse carne de que jugamos para el país, para la gente que le alegra que gane su selección.

La historia manda

(…) Acá salieron los mejores del mundo: Di Stéfano, Sívori, Maradona, Messi, Kempes y otros como Bochini, Alonso, Madurga, no me alcanzan los dedos de las dos manos. Las raíces argentinas no son comparables a las de ningún país. Los mejores jugadores de creación y del último tercio de la historia son argentinos.

Teniendo a los mejores de la historia que abastecieron el fútbol del mundo te das cuenta de que el fútbol es el del Río de la Plata. Tenemos que defender ese estilo futbolístico. Y si lo representamos, nos va a acercar a la gente. Sabemos que tenemos a los mejores, hay que lograr establecer la diferencia con el juego.

(…) El desafío es marcar esa superioridad en base a la esencia que nos dio la historia para que el fútbol argentino sea muy respetado. Argentina estuvo en el top mundial gracias a los futbolistas que hicieron posible eso. No es solo ganar la Copa del Mundo y el festejo de una noche, es ganarse el respeto del rival.

En el desarrollo hay muchas variables que van a hacer que sea posible o no. No es lo mismo llegar a través del juego y ganarse el respeto, que obtener el título ganando los partidos con lo justo y olvidando nuestra historia.

Cada vez que me pongo el buzo de la selección cumplo un sueño. Uno de chico es futbolero y siempre fantasea con jugar en la selección. A mí no se me dio y cuando quise ser entrenador también tuve ese sueño.

Ahora estoy en un momento en el cual lo único que espero es estar a la altura de la expectativa y hacer que la gente se reencuentre con la selección.